Antonio Ruiz de Elvira - Historia, Mito y Novela (Mitología Clásica, 2).

2. Historia, mito y novela. — El mito ocupa una posición intermedia entre la historia y la novela o ficción. Caracterízase la historia por la certeza, y la ficción por la invención libre que equivale a certeza de no ser cierto lo que ella cuenta; y así la mitología, con su constitutiva incertidumbre, se encuentra exactamente entre las otras dos; es decir, entre esas otras dos clases de relatos, pues relatos son tanto la historia y la ficción como la mitología, y difieren sólo en la certeza, que es plenamente positiva en la historia, plenamente negativa en la ficción, y nula en la mitología. 
Todo ello en las zonas extremas o esenciales, pues es claro que hay zonas en las que la certeza de la historia disminuye hasta confinar con la incertidumbre de la mitología, y asimismo la ficción puede tener elementos históricos o mitológicos mezclados con los libremente imaginados. Y aun esta libre imaginación o invención propia de la ficción se compone siempre de infinitas semejanzas dispersas con la realidad vivida o histórica, es decir, tiene como constitutivo esencial la μίμησις βιου por lo que la expresada certeza de no ser cierto lo que ella cuenta hay que entenderla sólo en cuanto a la literalidad concreta o empírica del relato, y no en cuanto a los valores ideales, cuya certeza o verdad es tan grande en la novela como en la historia o en la mitología. De los tres elementos constitutivos de la mitología, la incertidumbre es, pues, el que la sitúa en el indicado lugar intermedio. 
Los otros dos, a saber, la pretensión de veridicidad y la tradicionalidad, le son enteramente comunes con la historia, y faltan, en cambio, enteramente en la ficción. Común, en cambio, a ficción y mitología es la pertenencia al reino general de la posibilidad o aristotélico οΐα αν γενοιτο (frente a τα γενομενα propio de la historia) siquiera sea de manera muy diversa de una a otra: mito es algo que, en sus secciones verosímiles, pudo ocurrir, sin que conste si ocurrió o no; ficción es algo de lo que de hecho consta que no ocurrió puesto que es meramente imaginario, pero pudo en todo caso ocurrir también (salvo en los elementos inverosímiles, que en la novela son más esporádicos que en el mito; lo mismo en la novella, que a estos efectos podemos considerar como una especie dentro del género novela).
En esta común pertenencia al reino de la posibilidad de la mitología y de la ficción, frente a la estricta realidad de la historia, se funda la notación que se emplea para designar abreviadamente cada una de las tres: A, la historia; B 1, la mitología (con las subdivisiones que veremos en § 3); B 2, la ficción (subdividida en B 2.1, novella, B 22, novela, y B 2.3, comedia).Mediante la notación B 3 se designa la superchería o invención pseudo-histórica, cuyo contenido es tan imaginario o irreal como el de B 2, pero está aquejado de una falsedad de la que B 2 está libre, puesto que B 3, careciendo de la veridicidad real de A, exhibe sin embargo la pretensión de veridicidad que es propia de A y de B 1 y que falta enteramente en B 2.

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