Kalos Thanatos, "la bella muerte", o Eucles Thanatos, "la muerte gloriosa".
"Pero ahora ya la miserable muerte esta cerca de mi y no aparte, y ya no hay escape; pues, en verdad, ya hace mucho tiempo ello era mas que antes grato a Zeus y al hijo de Zeuz, el Arquero, que propicios, al menos hasta ahora, me habian protegido; ahora en cambio, me alcanza el destino.
¡Ojala yo, empero, no perezca sin esfuro o sin gloria (ά κλειής: sin gloria, no celebrado, oscuro); antes bien, una excelsa prohesa realice para que de ella llegun a enterarse aun las generaciones venideras!".
Homero, Iliada XXII 300-305.
La muerte gloriosa o valerosa en la lucha impregna al heroe con cualidades que le permiten trascender su finitud y perdurar en los hombres de las distintas epocas. La vida heroica se muestra como tal cuando es digna de ser cantada por los poetas.
Asi Hector derrotado por Aquiles es intervenido por el destino funesto (La Moira), es consciente que ni vencer ni sobrevivir esta en sus manos. Pero de el depende que muerte sea hermosa propia de su condicion de guerrero para asi conseguir gloria imperecedera. Se trata de convertir esa carga comun a todas las criaturas (la muerte) en un bien que le sea exclusivo y cuyo brillo le pertenezca para siempre.
Para aquéllos a quienes en la Ilíada se denomina anéres (Ανδρός: varón, hombre), los hombres en la plenitud de su naturaleza viril, tan varoniles como valientes, morir en combate en la flor de su vida confiere al guerrero difunto, tal como haría cualquier rito iniciático, cierto conjunto de cualidades, virtudes y valores por los cuales, a lo largo de su existencia, compite la élite de los áristoi, los mejores. Esta "bella muerte" καλος θάνατος (...) confiere a la figura del guerrero caído en la batalla, a manera de una revelación, la ilustre cualidad de anér agathós, de hombre valeroso, osado. Aquellos que hayan pagado con la vida su desprecio al deshonor en combate, a la vergonzosa cobardía, tienen de seguro garantizado un renombre. La bella muerte implica a la vez la muerte gloriosa (Εύ κλεής Θάνατος: bien afamado, famoso, celebrado & glorioso). Mientras el tiempo sea tiempo, persistirá la gloria del desaparecido guerrero; y el resplandor de su fama, kléos, que en lo sucesivo adornará su nombre y su figura, representa el último grado del honor, su punto más álgido, la consecución de la areté. Gracias a la bella muerte, la excelencia (Αρετη) deja por fin de ser mensurable sólo en relación a un otro, de necesitar comprobación por medio del enfrentamiento. Se ha realizado de una vez y para siempre gracias a la proeza que pone fin a la vida del héroe.
Jean-Pierre Vernant, "La bella muerte y el cadáver ultrajado", en El individuo, la muerte y el amor en la Antigua Grecia, Barcelona, Paidós. Cita de Gomero, la Ilíada de Cátedra letras universales.
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