Tirteo de Esparta - Catalogo de la excelencia
5 (9D)
No quisiera recordar ni evocar con elogios a nadie por su excelencia en correr o en la pelea de puños,
ni aunque tuviera la altura y la fuerza de un Ciclope, y venciera en carreras al tracio Boreas,
ni si fuera la figura mas bello que Titono, y superara en riquezas a Midas y a Ciniras,
y mas regio fuera que Pelope, hijo de Tantalo,
y una lengua mas dulce que Adrasto tuviera y una fama cabal,
mas careciera de animo de lucha.
Que no hay hombre de valer en el campo de guerra mas que el que osa presenciar la matanza sangrienta y se lanza a enfrentarse de cerca al feroz enemigo.
Esa es la virtud, esa entre los hombres la maxima gloria,
y el mas hermoso premio al alcance de un joven guerrero.
Un bien comun a la ciudad y al pueblo entero es el hombre que, erguido en vanguardia, se afirma sin descanso, y olvida del todo la fuga infamante,
exponiendo su vida y su animo audaz y sufrido;
y enardece con sus palabras al que combate a su lado.
Este es el hombre que resulta valioso en la guerra.
Y pronto las feroces falanges de los enemigos rechaza, y con su esfurzo detiene el oleaje que trae la batalla.
Pero a quien en vanguardia caido la vida perdiera, tras dar gloria al pais, a sus gentes y a su padre, traspasado cien veces de frente, a traves de su pecho y del escudo de forma de ombligo y su coraza,
a este lo lloran lo mismo los viejos que los jovenes y con hiriente nostalgia lo añora su pueblo en conjunto.
Y su tumba y sus hijosson entre los hombres famosos,
y los hijos de sus hijosy toda su estirpe futura.
Jamas su nobre fama se extinguio ni su nombre, sino que aunque este bajo tierra, se hace inmortal el que ha destacado en saber resistir y en pelear por su tierra y sus hijos, a quien el cruel Ares matara.
Mas si escapa a la Ker de una muerte doliente, y victorioso consigue de su lanza flamante triunfo, todosle honran, los jovenes como los viejos, a un tiempo, y habra vivido con mucha ventura antes de irse al Hades.
Al envejecer destaca entre sus conciudadanos y nadie se atreve a faltarle en su honra y su derecho.
Todos a un timpo, los jovenes y los de su edad, y aun los mas viejos, le ceden su asiento en los bancos.
Que ahora intente todo hombre la cumbre de esa virtud con su corage alcanzar, y que nadie flojee en la guerra.
6 (18D)
¡Adelante hijos de los ciudadanos de Esparta,
la ciudad de los bravos guerreros!
Con la izquierda embrazad vuestro escudo
y la lanza con audacia blandid,
sin preocuparos de salvar vuestra vida;
que sa no es costumbre de Esparta.
¡Adelante hijos de los ciudadanos de Esparta,
la ciudad de los bravos guerreros!
Con la izquierda embrazad vuestro escudo
y la lanza con audacia blandid,
sin preocuparos de salvar vuestra vida;
que sa no es costumbre de Esparta.
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