Friedrich Schelling – Sobre Homero (En su filosofía del arte, seccion II)
Homero ya estaba, si se permite decirlo así, predeterminado -espiritualmente en el arquetipo-, y la trama de sus poemas ya estaba tejida con la de la mitología, es comprensible que poetas, de cuyos cantos estaría compuesto Homero, pudieran intervenir independientemente en el conjunto sin suprimir su armonía o sin apartarse de la identidad primera. Lo que recitaban era realmente un poema ya existente –aunque no empíricamente-. Por tanto, el origen de ambos fuera desconocido ya para los más tempranos historiadores helenos y que incluso Herodoto presentase parcialmente el asunto al afirmar que Homero les había hecho a los helenos por primera vez la historia de los Dioses.
Los antiguos mismos caracterizan la mitología y, como para ellos esta coincide con Homero, afirman que los poemas homéricos son la raíz común de la poesía, la historia y la filosofía. Para la poesía es la materia originaria de la cual surgió todo o, para servirme de una imagen de los antiguos, es el océano del que fluyeron todos los ríos y en el cual vuelven a desembocar. La materia mítica solo se pierde poco a poco en lo histórico; podría decirse que recién cuando aparece la idea de lo infinito y puede surgir la relación con el destino (Herodoto). En el periodo intermedio, cuando lo infinito aún está totalmente ligado a la materia y el mismo actúa de modo material, esa semilla divina arrojada en la mitología tiene que crecer durante mucho tiempo aun en grandes acontecimientos maravillosos como los del periodo heroico. Las leyes de la experiencia colectiva no se han incorporado todavía; masas enteras de fenómenos siguen concentrándose en torno a grandes figuras aisladas, tal como ocurre en la Ilíada.
Como la mitología no es sino el mundo arquetípico mismo, la primera intuición del universo, fue también la base para la filosofía y es fácil demostrar que ella determino toda la orientación de la filosofía griega. Lo primero que se desprendió de ella fue la más antigua filosofía de la naturaleza de los griegos, que eran aun puramente realista, hasta que Anaxágoras primero (Νους), y luego Socrates de forma más completa, introdujeron el elemento idealista. Pero también fue la primera fuente de la parte ética de la Filosofía. Las primeras opiniones sobre los comportamientos éticos, pero, en especial, ese sentimiento profundamente arraigado en todos los griegos, llevado al grado máximo en Sófocles, y común a todas sus obras, el de la sumisión del hombre a los Dioses, el sentido del límite y la medida también en lo moral, el desprecio de la soberbia, de la violencia criminal, etc., las más bellas paginas morales de las obras de Sófocles proceden aun de la mitología.
La mitología griega, pues, no solo tiene un sentido infinito en si misma sino que, como por su origen es la obra de una generación que a su vez es individuo, también es la obra de un dios, según afirma el epigrama de Homero en la antología griega misma:
“Si homero fue un Dios, se le erigirán templos;
Si fue mortal, que sea venerado no obstante
[Como un Dios”.
Una reflexión más. Hemos construido la mitología de forma completamente racional desde las primeras exigencias artísticas, y de suyo la mitología griega se presentó como solución a todas esas exigencias. Se nos impone aquí por primera vez la total racionalidad del arte y la poesía griegos, de tal manera que en la cultura griega siempre se puede estar seguro de encontrar construido todo género artístico, de acuerdo con su idea. La poesía y el arte modernos, en cambio, son el lado irracional, o sea la cara negativa del arte antiguo, con lo cual no quiero denigrarlo, dado que también lo negativo como tal puede llegar a ser una forma que acoge lo perfecto.
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