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Mostrando entradas de 2017

Antonio Ruiz de Elvira - Historia, Mito y Novela (Mitología Clásica, 2).

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2. Historia, mito y novela. — El mito ocupa una posición intermedia entre la historia y la novela o ficción. Caracterízase la historia por la certeza, y la ficción por la invención libre que equivale a certeza de no ser cierto lo que ella cuenta; y así la mitología, con su constitutiva incertidumbre, se encuentra exactamente entre las otras dos; es decir, entre esas otras dos clases de relatos, pues relatos son tanto la historia y la ficción como la mitología, y difieren sólo en la certeza, que es plenamente positiva en la historia, plenamente negativa en la ficción, y nula en la mitología.  Todo ello en las zonas extremas o esenciales, pues es claro que hay zonas en las que la certeza de la historia disminuye hasta confinar con la incertidumbre de la mitología, y asimismo la ficción puede tener elementos históricos o mitológicos mezclados con los libremente imaginados. Y aun esta libre imaginación o invención propia de la ficción se compone siempre de infinitas semejanzas dispers

Poesía lírica griega arcaica en honor a Demeter

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15  (PMG  849)  A  Demeter.  [CORO]  Gavilla, gavilla  abundante  envía,  gavilla envía.  Refrán de un coro probablemente de segadores, que se dirige a Deméter «Gavilla» (oulos, íoulos). Significa a la vez este tipo de cantos  y también, muy posiblemente, un dios de la gavilla.  16 (PMG 877) A Demeter. [CORO]  Cruza, muchacha, el puente: la tercera arada ya no tarda.  Fragmento de texto en mal estado y significado oscuro. Nuestra fuente, Proclo, lo refiere en todo caso a los rituales de Eleusis, entre los que estaban el paso del puente de los Ritos (en el camino de Eleusis) y las bromas en ese momento, así como la triple arada sagrada, en recuerdo de la realizada por Triptólemo bajo las instrucciones de la  diosa. En esta arada intervenía sin duda una mujer, como en rituales paralelos. Si esta mujer encarnaba a Core, «la muchacha», es decir, Perséfone, o no, no podemos decirlo,  pero desde luego en las ceremonias eleusinas había muchos elementos miméticos

Semonides de Amorgos y la buena mujer

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7 (7 D) John William Godward - La aficionada. De modo diverso la divinidad hizo a la mujer desde un comienzo. (...) A otra la sacaron de la abeja. ¡Afortunado quien la tiene! Pues es la única a la que no alcanza el reproche, Y en sus manos florece y aumenta la hacienda. Querida envejece junto a su amante esposo Y cría una familia hermosa y renombrada. Y hacen muy ilustre entre todas las mujeres, Y en torno suyo se derrama una gracia divina. Y no le gusta sentarse entre otras mujeres Cuando se cuentan historias de amoríos. Tales son las mejores y mas prudentes mujeres que Zeus a los hombres depara. __ Como la Hesiodica Pandora, el resto de las mujeres descritas por Semonides son unos seres ambiguos, dañinos y seductores que obligan al hombre a trabajar, omiti la mayor parte del poema por parecerme su forma deleznable. Solo expongo la parte donde Semonides habla de la mujer discreta, prudente y laboriosa como la abeja como la única que vale para u

Poesía lírica arcaica griega a Helios y Artemis.

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12  (PMG  860)  A  Apolo-Helios. [CORO] (?) Helios  es  Apolo  y Apolo  es  Helios. __ Refrán  de  un  himno  a  Helios  o  el Sol,  que recibía culto en  Rodas, Laconia, Corinto,  Argólide,  etc.,  y que acabó  por asimilarse a Apolo. A Artemis 13 (PMG  955)  A  Artemis. Oh  Artemis,  mi  corazón  (me impulsa)  a  tejer un himno deseable, por inspiración  divina ... otra doncella,  brillante  como  el oro, cantaba (llevando)  en sus manos las castañuelas  de  inejillas de  bronce.  __ Hay dudas  sobre  el  carácter  popular de  este  himno  a Artemis,  cuyo proemio transmite  Ateneo  para documentar  el uso  de  las castañuelas. Tiene  un  cierto carácter literario,  pero precisamente  ese instrumento,  usual en  cultos orgiásticos, puede testimoniar  su  raíz popular.  El  texto es  conjetural.  14  (PMG  882)  A  Artemis. [SOLISTA] (?) Recibe  la  buena  suerte, recibe  la  salud  que traemos de  parte  de  la diosa  y que ella propició. 

Semonides de Amorgos 2 (1 D)

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2 (1 D) Hijo mio el retumbante Zeus comuna el fin de todo lo que es y lo dispone como quiere. Los hombres carecen de entendimiento. Pues al día vivimos como bestias, del todo ignorantes de como la divinidad hará concluir cualquier asunto. La esperanza y la persuasión alimenta a todos mientras se lanza a lo irrealizable. Unos aguardan a que llegue un día, otros a que rueden años. Para el próximo no hay hombre que no espere hacerse intimo de la riqueza y los bienes. Pero a uno se apresura la vejez odiosa a atraparlo antes de que llegue a su meta. A otros penosas dolencias los consumen. A otros, sometidos por Ares, los despacha Haces bajo la negra tierra. Otros, en alta mar, zarandeados por la tormenta y los muchos embates del purpureo oleaje, parecen, cuando en vano tratan de sobrevivir. Otros se cuelgan de un lazo, en triste destino, y por propia decisión dejan la luz del Sol. Así que nada hay sin daños, sino que incontables son las formas de muerte e imprevisibles las penas y

Calimaco Himno I a Zeus

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En el momento de las libaciones, ¿a quién celebraremos sino a Zeus? ¿A qué dios sino a él, que siempre es grande y es rey siempre, vencedor de los Pelagones y juez de los Uránidas?Pero, ¿cómo lo cantaremos? ¿Como Dicteo o como Liceo?. Mi espíritu vacila, pues se discute tu nacimiento. Unos dicen, Zeus, que naciste en los montes Ideos; otros, que en Arcadia. ¿Quiénes, oh padre, no dicen la verdad?  «Los Cretenses, eternos mentirosos», los Cretenses que han llegado incluso a construirte una tumba, oh soberano. Pero tú no has muerto jamás, tú existes para siempre. En la Parrasia te dio a luz Rea, allí donde es más densa la espesura de la montaña: desde entonces ese lugar es sagrado, y ninguna criatura —bestia o mujer— penetra en él cuando necesita a Ilitía; los Apidaneos lo llaman antiquísimo lecho de Rea. Allí tu madre, después de haber parido el fruto de sus entrañas, buscó una corriente de agua para lavar las manchas del alumbramiento, para bañar tu cuerpo.  Pero el caudaloso L

A Zeus, lírica arcaica

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10 (PMG  854) A Zeus.  [SOLISTA] (?) [SOLISTA] (?)  Llueve, llueve, querido Zeus, sobre el campo de los atenienses y sus llanuras. Unico ejemplo de un tipo de cantos que debían de ser frecuentes, puesto que Crisipo  les dedicó un libro entero. Debía de tener lugar en una ceremonia pública o bien en  tiempo de sequía. 11 (PMG 698) A Zeus. [SOLISTA]  Zeus, comienzo de todo, guía de todo, te envío este comienzo de mis himnos.  Unico ejemplo de un tipo de cantos que debían de ser frecuentes, puesto que Crisipo  les dedicó un libro entero. Debía de tener lugar en una ceremonia pública o bien en  tiempo de sequía.  11 (PMG 698) A Zeus. [SOLISTA]  Zeus, comienzo de todo, guía de todo, te envío este comienzo de mis himnos.  Es muy dudoso que este proemio provenga de Terpandro, a quien se lo atribuye Clemente de Alejandría, pues no parece que nada de él (ni de otros poetas arcaicos) haya llegado a la edad helenística. Ahora bien, evidentemente se consideraba

H.D. Kitto – Los griegos, Capitulo XI Mito y Religión, sobre el mito de Jacinto.

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Una religión politeísta es naturalmente hospitalaria con los nuevos dioses. Restos de la primitiva raza griega que se establecían entre nuevos vecinos, o imponían su dominio sobre ellos, seguían, por supuesto, con sus propias deidades, pero también solían honrar a las deidades ya existentes en la localidad. Así para tomar un ejemplo entre mil en Amicla, cerca de Esparta, se celebraba un festival llamado Hiacintia (Ὑακίνθια)  [1] , en el cual eran honrados juntamente Jacinto y Apolo [2] . El principal rasgo del sombrío ritual de Jacinto consistía en verter libaciones en el suelo; el segundo de los tres días festivos estaba dedicado a Apolo y era mucho más alegre. El origen remoto de este doble festival reside seguramente en un pueblo nuevo, adorador del olímpico Apolo, se estableció en Amicla, entre gente cuya religión era completamente distinta, pues rendían tributo a un dios terreno ( ctonico ) y no a un dios celestial [3] . La piedad y la prudencia impedirían menospreciar

Plotino – Eneada I 6 (1) 10- 20 Sobre la belleza.

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Mas es preciso estarse contemplando tales bellezas con lo que el alma las mira y que, al verlas sintamos un placer, una sacudida, una conmoción mucho más intensos que a la vista de las bellezas anteriores, como quienes están ya en contacto con bellezas reales. Porque he aquí las emociones que deben originarse ante cualquier belleza: estupor, sacudida deleitosa, añoranza, amor y conmoción placentera. Tales son las emociones que es posible experimentar y las que de hecho experimentan, aun ante las bellezas invisibles, todas o poco menos que todas las almas, pero sobre todo las más enamoradizas. Pasa como con la belleza de los cuerpos: verla, todos la ven; mas no todos sienten por igual el aguijón. Hay quienes lo sienten los que más, y de ellos se dice que están enamorados. IZQ. CUADRO DE LUDWIG FAHRENKROG & DER. BUSTO DE PLOTINO. MUSEO OSTIENSE, OSTIA ANTICA, ROMA, ITALIA. Hemos de informarnos, pues, de los enamoradizos de las bellezas suprasensibles: “¿Qué experimentáis ante

Yaco y el culto dionisiaco de las Leneas

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Placa votiva donde se representan elementos de los Misterios de Eleusis, descubierta en el santuario de Eleusis s. IV a. C. 6 (PMG  879,  1)  Canción de  las  Leneas. Himno de llamada, con invocación al dios Yaco por parte del corifeo y clamor del coro.  Yaco, un antiguo dios, es identificado aquí con Dioniso, puesto que es denominado  hijo de Sémele; por otra parte, la ejecución tenía lugar en la fiesta invernal de las  Leneas, fiestas orgiásticas en que las mujeres atenienses, disfrazadas de leizas o  bacantes, daban de beber a la mascara del dios. Evidentemente, se trata del tipo de fiesta invernaI que busca hacer venir al dios ausente, como la que se celebraba en Delfos cuando las bacantes locales (las tiíades) despertaban a Dioniso dormido.   Cantos  de  este  tipo son  precedentes  del  ditirambo,  cf.  Fiesta,  comedia  y tragedia, Barcelona,  1975,  págs.  42  sigs.  Hay que notar que, según nuestra fuente, el solista o corego era el daduco o porta de antorchas

Walter F. Otto ¿A que se debe el desprecio por el mundo divino de los griegos?

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¿A que se debe el desprecio por el mundo divino de los griegos? TOMASSO LAURETI, “EL TRIUNFO DEL CRISTIANISMO” ¿Por que se desprecia tanto el mundo divino de los antiguos griegos el cual, es cierto se estudia con tesón científico como objeto de interés arqueológico, pero sin pensar mas allá de ello podría tener un sentido y un valor que, como todo lo grande del pasado también s nosotros podria darnos algo? La razón principal arraiga, naturalmente, en la victoria de una religión que -en oposición a la tolerancia de todas las anteriores- se considera poseedora única de la verdad, de modo que las representaciones de todas las demás, sobre todo de la griega y romana, que hasta entonces reinaba en Europa, solo pueden ser erróneas y execrables. A ello agrega el hecho de que los elocuentes paladines de esa fe siempre han juzgado la religiosidad de los antiguos en función de sus manifestaciones mas turbias. Si antes llamamos la atención sobre la incomparable fuerza creadora

Tirteo de Esparta - Catalogo de la excelencia

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5 (9D) No quisiera recordar ni evocar con elogios a nadie por su excelencia en correr o en la pelea de puños,  ni aunque tuviera la altura y la fuerza de un Ciclope, y venciera en carreras al tracio Boreas,  ni si fuera la figura mas bello que Titono, y superara en riquezas a Midas y a Ciniras,  y mas regio fuera que Pelope, hijo de Tantalo, y una lengua mas dulce que Adrasto tuviera y una fama cabal, mas careciera de animo de lucha. Que no hay hombre de valer en el campo de guerra mas que el que osa presenciar la matanza sangrienta y se lanza a enfrentarse de cerca al feroz enemigo. Esa es la virtud, esa entre los hombres la maxima gloria,  y el mas hermoso premio al alcance de un joven guerrero. Un bien comun a la ciudad y al pueblo entero es el hombre que, erguido en vanguardia, se afirma sin descanso, y olvida del todo la fuga infamante, exponiendo su vida y su animo audaz y sufrido; y enardece con sus palabras al que combate a su lado. Este es el homb

Walter F. Otto - Lo Divino solo puede ser vivenciado.

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Los meritos de la investigacion cientifica de las generaciones pasadas son innegables. Su diligente coleccion y clasificacion nos ha proporcionado un material de datos del cual no disponian las epocas anteriores. Pero, a pesar de ese aparato de erudicion y perspicacia, el resuldado es infimo. Acerca de la esencia de las ideas religiosas de la antigua Grecia no nos ha dicho mas de lo que ya sabiamos, o sea lo que no era. No era de la naturaleza de la religion hebrea-cristiana. Por el contrario, era precisamente lo que esta aborrecia, vale decir, politeista, antropomorfica, naturalista, no del todo moral, en una palabra: ''Pagana''. Pero, a diferencia de todas las demas religiones paganas, era griega. Casi nunca se ha osado preguntar en serio lo que esto significa. Dada la llamativa hermosura de las formas divinas, se creia poder hablar de una ''religion artistica'' o sea, pues, de una religion que en el fondo no era tal. Y causaba extrañeza que epoc

Walter F. Otto - Teofania, el espiritu de la antigua religion griega - introduccion completa.

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Admiramos las grandes obras de los griegos, su arquitectura, plastica, poesia, filosofia y ciencia. Somos conscientes de que ellos son los fundadores del espiritu europeo que, desde tantas generaciones, a traves de renacimientos mas o menos pronunciados, una y otra vez vuelve hacia ellos. Reconocemos que, a su manera, han creado casi por doquier obras ejemplares, insuperables y validas para todos los tiempos. Homero, Pindaro, Esquilo y Sofocles, Fidias y Praxiteles, por no mencionar si no unos pocos, aun para nosotros, emocionados contemplamos las estatuas y los templos de los Dioses griegos, conmovidos seguimos el grandioso acontecer de la tragedia griega. Pero los Dioses mismos, de cuya existencia nos hablan estatuas y santuarios, los Dioses cuyo espiritu vibra en toda la poesia de Homero, los Dioses glorificados en los cantos de Pindaro, que en las tragedias de Esquilo y Sofocles ponen norma y meta a la existencia humana, ¿realmente no nos importan nada? ¿Donde estara e

θεος (dios) Concepto en la Introducción de Los filósofos griegos,. William K. C. Guthrie.

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θεος (dios):   Cuando tratamos de comprender las opiniones religiosas de Platón, nosotros, como estudiantes de religión o de filosofía, damos importancia a la cuestión de si era politeísta o monoteísta, palabras estas dos formadas, ciertamente, con raíces griegas, pero en los tiempos modernos, y para expresar una distinción moderna, no griega. Comparamos las palabras de Platón (casi siempre valiéndonos de traducciones) con las de los teólogos cristianos, hindúes u otros. Pero quizá es aún más importante tener en cuenta su idioma nativo, recordando una aguda observación del erudito alemán Wilamowitz, según la cual  θεος , la palabra griega que tenemos presente cuando hablamos del dios de Platón, tiene primordialmente un valor predicativo. Es decir, que los griegos no afirmaban primero, como hacen los cristianos o los judíos, la existencia de dios, y procedían después a enumerar sus atributos, diciendo “dios es bueno”, “dios es amor”, y así sucesivamente. Más bien se sentían impre

Tirteo de Esparta - Instrucciones de Batalla

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4(D8). Vamos, ya que sois del linaje de Heracles invencible, tened valor, que aun Zeus no desvió de vosotros su rostro. No os espante ni asuste el tropel de enemigos, mas que cada soldado sostenga contra ellos su escudo, y, sin tener en aprecio la vida, las Keres oscuras de la muerte acepte tan gratas como rayos del sol. Sabéis cuan mortíferas son las hazañas del lúgubre Ares, bien conocéis la furia del cruento combate, y fuisteis por turnos los perseguidores y los perseguidos, muchachos, hasta hartaros de acoso y huidas. Los que se atreven, en fila cerrada a Luchar cuerpo a cuerpo y avanzar en vanguardia, en menor número mueren y salvan a quienes les siguen. Los que tiemblan se quedan sin nada de honra. Nadie acabaria de relatar uno a uno los daños que a un hombre le asaltan, si sufre la infamia. Pues es agradable herir por detras de un lanzazo al enmigo que escapa en la fiera refriga; y es despreciable el cadáver que yace en el polvo, atravesado en la espalda por pun

Tirteo de Esparta - Bella muerte de quien cae en Vanguardia

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3 (6, 7D). "Pues es hermoso morir si uno cae en la vanguardia cual guerrero valiente que por su patria pelea. Que lo mas amargo de todo es andar de mendigo, abandonando la propia ciudad y sus fertiles campos, y marchar al exilio con padre y madre ya ancianos, seguido de los hijos y de la legitima esposa. Porque sera un extraño ante quienes acuda cediendo a las urgencias de la odisa pobreza. Afrenta a tu linaje y baldona su noble figura y toda clase de infamia y ruindad le persigue. Si un vagabundo asi ya no obtiene momento de dicha ninguno, ni verguenza ni estima ninguna, entonces con coraje lucharemos por la patria y los hijos, y muramos sin escatimarles ahora nuestras vidas. ¡Ah jovenes, pelead con firmeza y codo a codo; no inicieis una huida afrentoza ni cedais al espanto;  aumentad en vuestro pecho el coraje guerrero, y no sintais temor de hacer frente al enemigo! y a vuestros mayores, que ya no conservan ligeras las rodillas, a los viejos, no les abandon

Teogonía – Hesíodo: Musas en el Helicón. Proemio

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ANGELICA KAUFFMANN (1741-1807), APOLO Y LAS MUSAS EN EL MONTE PARNASO. Comencemos nuestro cato por las musas Heliconíadas, que habitan la montaña grande y divina del Helicon. Con sus pies delicados danzan en torno a una fuente de violáceos reflejos y al altar del muy poderoso Cronión. Después de lavar su piel suave en las aguas del Perneso, en la fuente del Caballo o en el divino Olmeo, forman bellos y deliciosos coros en la cumbre del Helicón y se cimbrean vivamente sobre sus pies. RAFAEL SANZIO DE URBINO (1483- 1520), CONCILIO DE LOS DIOSES Partiendo de allí, envueltas en densa niebla marchan al abrigo de la noche, lanzando al viento su maravillosa voz, con himnos a Zeus portador de la égida, a la hija de Zeus portador de la egida, a la augusta Hera argiva calzada con doradas sandalias, a la hija de Zeus portador de la egida, Atenea de ojos glaucos, a Febo Apolo y a la asaeteadora Artemis, a Posidón que abarca y sacude la tierra, a la venerable Temis, a Afrodita de oj